¿Por qué el Manchester City tiene que recibir un gol para jugar bien? Este es un hecho habitual en los partidos, necesitan un estímulo que les haga reaccionar para que se vea el buen juego y las ocasiones.
El empate ante el Everton fue un resultado justo, aunque nos salvamos por poco de una dura derrota. El partido transcurrió como es habitual, tuvimos la posesión pero no llegamos a convertir las escasas ocasiones de las que dispusimos. En el medio campo Marouane Fellaini se salió con la suya en el duelo ante Yayá, que tuvo un pobre partido. Además el marfileño abusó del pase largo, lo que imposibilitaba que los jugadores de tres cuartos, como son Silva y Nasri, no generaran ocasiones en la frontal del área. Por otra parte Maicon, que se está integrando al equipo rápidamente, necesitó ayuda de los mediocampistas para frenar la amenaza que generaban los jugadores toffees por la banda.
Para el próximo partido, Mancini debería poner en el 11 inicial a los jugadores que están en mejor forma, a pesar de que no cuenten con minutos o que no tengan tanta calidad. En este partido deberían haberse quedado en la banca ciertos titulares, que no están rindiendo ni mucho menos al máximo de sus posibilidades, como son Dzeko, Nasri y Silva.
La clave del partido fueron la defensa y el portero blues. Si no fuera por ellos el City estaría mucho más abajo en la clasificación. Son un seguro de vida, conceden pocos goles y aportan seguridad a todo el equipo.
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