Manchester City cae en Londres y cede el titulo en bandeja.

Manchester City cayo derrotado 1-0 en el Emirates Stadium, en su visita al Arsenal, y quedo casi sin posibilidades de campeonar, aunque las matemáticas dan, y los milagros existen en el fútbol. Momento de crisis en el equipo. 

El Manchester City se jugaba mucho más que los tres puntos en el Emirates. Estaba en juego el prestigio de un club que quería seguir luchando por la Premier. En un partido muy gris de los pupilos de Roberto Mancini, un gol de Mikel Arteta a falta de cinco minutos para el final dejó prácticamente sentenciada la competición y le sirvió en bandeja la liga al United.

Dice el refrán que los grandes hombres se crecen antes las adversidades. El Manchester City, un equipo llamado al éxito, no llegaba al Emirates en su mejor momento, ni mucho menos. Tras la victoria del United, que les colocaba a ocho puntos del liderato, los pupilos de Roberto Mancini tenían ante sí una oportunidad inmejorable para demostrar a sus vecinos de Manchester que la Premier aún no estaba decidida.

Sin embargo, un disparo lejano de Mikel Arteta a cinco minutos del final dejó en evidencia, un año más, el costoso proyecto del técnico italiano. Después de un partido muy gris de los ‘sky blues’, fue el gol del donostiarra el que dejó prácticamente sentenciada la liga inglesa.

Un comienzo arrollador del Arsenal

El inicio de partido tuvo un dominador claro: el Arsenal. El checo Rosicky se convirtió en el eje central de todas las triangulaciones del equipo londinense, que mantenía al City encerrado en su propia área, incapaz de reaccionar ante la asombrosa velocidad con la que los ‘gunners’ movían el esférico.  Las bandas del conjunto local se convirtieron en auténticos quebraderos de cabeza para la zaga ‘citizen’, que se veía constantemente superada, gracias a los dos contra uno generados con las subidas de los laterales del Arsenal.

En estos primeros compases del encuentro, el equipo de Arsène Wenger dispuso de una clara ocasión de gol, un cabezazo del holandés Robin van Persie que su propio compañero, Thomas Vermaelen, sacó involuntariamente con la espalda bajo palos. El Emirates también pidió un posible penalti de Kompany sobre el capitán ‘gunner’, pero el árbitro quiso desentenderse de la acción.

Pizarro revive al City y empieza el ‘show’ de Balotelli

La lesión de Yaya Touré en primer cuarto de hora, tras un choque con Alex Song, obligó a Roberto Mancini a dar entrada a David Pizarro y cambiar su esquema de juego. Lo que en un 90% de los casos habría supuesto un granhándicap para los ‘citizens’, tuvo un efecto muy positivo sobre el conjunto de Manchester.

Con la entrada del futbolista chileno, James Milner se situó en la sala de máquinas junto a Barry y el City ganó en profundidad y juego ofensivo. El técnico italiano adelantó todas sus líneas y se lanzó al ataque, limitando así la libertad de la que había dispuesto Rosicky hasta el momento.

Paralelamente a la mejoría de los ‘sky blues’ empezó el show de Balotelli. Si bien ya tuvo que ser amonestado en el minuto 5 por disparar después de que el árbitro parase el juego, una entrada con los tacos por delante sobre la rodilla de Song debió costarle la cartulina roja. No obstante, el colegiado del encuentro, Martin Atkinson, no señaló ni falta.

Antes del descanso, el delantero italiano aún tuvo tiempo para hacer tres entradas más merecedoras de tarjeta, siendo únicamente sancionada con amarilla la última de ellas, otra plancha más, en esta ocasión sobre el lateral Bacary Sagna. En cuanto a ocasiones de gol, apenas dispuso de un disparo despejado por la zaga ‘gunner’ en los primeros 45 minutos.

Alternancia de posesiones

Los últimos minutos de la primera mitad fuero de dominio estéril del Arsenal. Tuvo especial importancia el papel de Song, muy atento en todas las coberturas, impidiendo que los ‘citizens’ saliesen al contragolpe. Con el arranque de la segunda mitad, el equipo de Manchester intentó lanzarse al ataque en busca del gol que les daba esperanzas para continuar optando a la Premier, pero no sin éxito alguno.

Un ‘Kun’ Agüero totalmente desaparecido, sumado a la gran labor defensiva de los centrales ‘gunners’ impidieron que el conjunto dirigido por Roberto Mancini dispusiese de ocasiones para adelantarse en el electrónico. La única de ellas, un cabezazo del delantero argentino que Szczesny desbarató con una mano milagrosa. Fueron unos minutos de juego bronco, con muchas interrupciones e imprecisiones, en los que ninguno de los dos equipos consiguió mostrar una clara supremacía sobre el rival.

Los ‘gunners’ se vuelcan con todo

No obstante, el Arsenal aún no había quemado todas sus cartas. La última media hora de partido fue de dominio total y absoluto ‘gunner’, con acciones puntuales al contragolpe o a balón parado del Manchester City, entre ellas, un intento de chilena de Mario Balotelli.

Hasta cuatro palos, y un gol justamente anulado, tuvo el Arsenal antes de adelantarse en el marcador. Robin Van Persie, bastante inadvertido en los primeros 45 minutos, despertó y demostró a la defensa ‘citizen’ porque es uno de los mejores delanteros de la Premier y el máximo anotador de la competición. No pudo ampliar su cuenta particular de goles, pero sí poner en serios aprietos a la zaga rival.

Hubo que esperar hasta el minuto 86 para que la balanza se decantase a favor del equipo de Arsène Wenger. Un potente disparo de Mikel Arteta desde fuera del área, imparable para Joe Hart, supuso el primer y único tanto del partido. Un tanto que le daba tres puntos de oro al Arsenal en su lucha por una plaza de Champions para la próxima temporada y que dejaba prácticamente sentenciada la Premier League. Aún quedó tiempo para una ocasión más de Ramsey, que el galés falló inexplicablemente, y para la expulsión de Balotelli, por una entrada infantil sobre Sagna.

Con este resultado el Manchester City se queda a ocho puntos de sus vecinos del United. El propio Roberto Mancini afirmó la semana pasada que si la diferencia entre ambos conjuntos se ampliaba a ocho puntos, “la liga se acabó”.

Con únicamente seis jornadas restantes, todo apunta a que el campeonato volará de nuevo a las vitrinas del vigente campeón, el equipo de Sir Alex Ferguson. De ser así, se confirmaría, una vez más, el estrepitoso fracaso del costoso proyecto del técnico italiano y de sus dirigidos.